En el pasado, las personas sabían muy bien qué recetas podían hacer en ciertas épocas del año, de acuerdo con los productos de temporada que estuvieran disponibles. Hoy día no es así. Y es que nos hemos acostumbrado tanto a tener todo el año frutas como higos o ciruelas, por ejemplo, que olvidamos que son alimentos que se producen solo en algunas temporadas.
La industria alimenticia se ha encargado de poner en las tiendas y mercados todos los alimentos que necesitamos en cualquier época del año. Sin embargo, esto viene con un coste alto. Y no solo a nivel monetario, sino también a nivel sostenible y saludable. Recuerda que los alimentos que se cultivan tienen sus propios calendarios de temporada y el hecho de conseguirlos en todos los meses del año significa que se ha alterado su proceso natural.
¿Por qué consumir productos de temporada?
Cuando consumes verduras y frutas de temporada te aseguras de ingerir alimentos que se cultivan respetando los ciclos de la naturaleza. En Tenerife, por ejemplo, solo puedes conseguir cebolleta entre enero y marzo, y también en junio; kiwis en octubre y noviembre; mientras que las manzanas son de septiembre a noviembre.
Optar por comprar solo productos de temporada es muy beneficioso para tu salud, para tu economía e incluso para el medio ambiente. Estas son sus principales ventajas:
- Tienen más sabor y nutrientes
Los productos de temporada se cultivan en un clima propicio para que completen su ciclo natural de crecimiento. Y al estar en su punto ideal de maduración, conservan mejor sus propiedades nutricionales (vitaminas y minerales), así como su textura, sabor, aromas y la cantidad de azúcar apropiada. Cuando se recoge el alimento verde o se madura de forma artificial sus propiedades se alteran y no es posible tener una comida sana al 100%.
- Son más frescos
Cuando consumes frutas, hortalizas o verduras u otros productos de temporada también los encuentras más frescos. Estos pasan casi directamente del productor al cliente final, a diferencia de los productos fuera de temporada, en los que hay un mayor tiempo de almacenaje y refrigeración.
- No contienen aditivos
Otro beneficio de este tipo de productos es que no contienen aditivos. Los atemporales, por su parte, suelen estar cargados de pesticidas y fertilizantes sintéticos, ya que se necesitan durante la fase de cultivo. Muchos de estos químicos son peligrosos para la salud. No es el caso de los alimentos de temporada, en los que se suelen usar fertilizantes naturales que incluso permiten aumentar su contenido nutricional.
- Tienen mejor precio
Con los productos de temporada, al ser locales, se reducen los costes asociados al transporte y al almacenaje, lo que significa que son más baratos. Cuando consigues productos atemporales en el supermercado es, por lo general, porque fueron traídos de otras regiones, lo que implica un gasto que se refleja en su precio. Además, al ser de la época, habrá una mayor producción y por ende, una disminución de costes para que los precios sean competitivos para los consumidores.
- Son más sostenibles
Al ahorrar en transporte y almacenamiento, resultan más sostenibles. Esto debido a que para su comercialización se utiliza menos energía. Además, como se respetan los ciclos naturales en la siembra, en el crecimiento y en la recolección, se empobrece menos el suelo.
Como ves, consumir alimentos frescos, locales y de temporada implica muchos beneficios. Te incentivará a introducir en tu dieta muchas más verduras, vegetales y frutas, y consumirás menos aditivos, por lo que tendrás una alimentación saludable. Además, gastarás menos y hasta te convertirás en un mejor habitante del planeta porque cuidarás el medio ambiente.